GEF Castor: Magallanes recibe potentes herramientas tecnológicas y de gestión para la recuperación de ecosistemas

23/11/2022
  • El desarrollo de tecnología de punta para la detección y monitoreo del avance de las especies exóticas invasoras en el territorio, fue uno de los resultados más destacados del proyecto, que concluyó con la entrega de una estrategia integrada para gestionar esta amenaza para la biodiversidad.

Con la realización del seminario “Hacia la recuperación de los ecosistemas de la Patagonia”, se formalizó esta semana la entrega de un completo set de herramientas que guiarán la gestión del castor y otras especies invasoras en la región de Magallanes y de la Antártica Chilena. El proyecto  busca recuperar y proteger el patrimonio ambiental de la región, favoreciendo el desarrollo de los territorios que hoy sufren el impacto de estas amenazas a la biodiversidad.

Gracias a la ejecución del proyecto del Fondo Mundial para el Medio Ambiente -conocido como GEF Castor, se desarrollaron herramientas tecnológicas y de gestión que fortalecen las capacidades institucionales del país y la región para enfrentar esta problemática ambiental, bajo un enfoque integrado y basado en información técnica de calidad.

Eve Crowley, representante de FAO en Chile

Este proyecto se inició en 2017 con el objetivo de generar una estrategia para superar las brechas que impidieron que esfuerzos anteriores lograran controlar la expansión de la especie”, explicó Eve Crowley, representante para Chile de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), entidad que implementó esta iniciativa.

Con el Ministerio del Medio Ambiente como ejecutor y con el financiamiento del Banco Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés), el proyecto se volcó a diseñar las respuestas técnicas adecuadas para resolver cada uno de los aspectos en los cuales se diagnosticaron deficiencias que impedían una gestión adecuada de esta problemática.

“El desafío era grande, ya que las brechas eran de diverso orden: información clave insuficiente o desactualizada, dificultad para monitorear un territorio tan extenso y complejo como el de la región de Magallanes y la existencia de muchas instituciones con competencias en esta materia, pero que actuaban sin coordinación adecuada y con escasez de recursos”, explica Felipe Guerra, coordinador nacional del proyecto.

De esta forma, uno de los primeros avances del proyecto fue actualizar la estimación del daño causado por la especie con una mirada económica, pero también sociocultural. El análisis puso en evidencia la urgencia de actuar: el impacto del castor en siete décadas asciende a 73 millones de dólares, suma que podría superar los 260 millones de dólares en los próximos veinte años, en caso de no hacer nada.

Plan de gestión a 15 años

Maximiliano Proaño, subsecretario del Medio Ambiente

“Chile avanza hacia una mejor gestión de sus desafíos medioambientales, entre los cuales las especies exóticas invasoras son uno de los más urgentes de abordar. Actualizar nuestra institucionalidad para poder enfrentar las problemáticas planteadas por el cambio climático y la amenaza derivada de las actividades del hombre es un objetivo con el que estamos comprometidos” expresó el subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño.

En este sentido, la autoridad resaltó que la propuesta de un Plan de Gestión para la recuperación de ecosistemas impactados por el castor es especialmente importante, pues estructura y define los pasos a seguir en los próximos quince años para enfrentar esta amenaza.

El plan, que se proyecta para quince años y será liderado por este ministerio en conjunto con el gobierno regional de Magallanes, se basa en tres ejes: una sólida gobernanza, acciones en terreno y acciones de comunicación y educación enfocado en el valor de los ecosistemas y la biodiversidad en la Patagonia.

La estructura de gobernanza está definida sobre la base de los roles y presencia en el territorio.  A esta instancia le corresponderá definir las acciones en terreno, que serán optimizadas con la información recopilada y sistematizada desde los pilotos de gestión y otras experiencias técnicas.

Así se logró determinar, por ejemplo, la tasa de efectividad del uso de trampas en distintos tipos de paisajes, según la densidad de castores. También se determinaron los costos de las labores de remoción de ejemplares con el uso de equipos de restauradores calificados, costo que varía según el tipo de territorio.

Del mismo modo, se pudo establecer que la recolonización o reinvasión de castores a sitios que fueron trabajados ocurre por individuos juveniles desde sitios a menos de 5 km de distancia, e inmediatamente en la temporada siguiente. También, se observó que la recuperación de la vegetación forrajera en vegas productivas puede ocurrir a menos de un año de eliminados los castores.  

Inteligencia artificial y satelital

Capaz de adaptarse a condiciones que aparentemente no son propicias a su asentamiento, el castor ha logrado colonizar territorios muy diversos. Aunque los bosques en torno a cauces de agua son su hábitat favorito, este roedor se ha establecido con éxito en zonas de pampa y en otras en las que predomina la turba.

Aunque se pensaba que el estrecho de Magallanes podría contener su expansión dentro de los márgenes del archipiélago de Tierra del Fuego, se demostró que no era una barrera y la especie logró ocupar también territorios al sur de la península de Brunswick, amenazando avanzar hacia el norte. 

Esta adaptabilidad del castor a entornos desafiantes, sumado a la compleja geografía de la región, hacen que monitorear el avance de la especie sea un reto mayor. En el marco de este proyecto se desarrolló una plataforma para entregar una alerta temprana de detección de esta especie a través del Sistema de Información y Alerta Temprana (SIAT), con tecnología de vanguardia en Chile.

El SIAT es una plataforma informática capaz de incorporar a un modelo de datos la información sobre presencia de castor en la Patagonia chilena y que tiene además el potencial de incorporar a todas las especies exóticas invasoras.

El SIAT se compone de dos módulos. El primero, monitorea satelitalmente imágenes tipo radar, proporcionando alertas tempranas de castor con un 80% de confianza, gracias a un análisis hecho por inteligencia artificial, que detecta la pérdida de vegetación y el aumento del porcentaje de humedad en el suelo.

El otro, es el modelo de dispersión y zonificación adaptativa, que permite optimizar la gestión operativa del castor proporcionando las prioridades de intervención en aquellas rutas de probable tránsito de la especie. Este modelo, que es dinámico y espacialmente explicito, posee algoritmos matemáticos que proyectan la dispersión del castor y determina aquellas zonas que podrían ser ocupadas por éste, según su biología y la condiciones geográficas (topografía y red hídrica ).

El SIAT será una plataforma dinámica que se nutrirá tanto de los datos recogidos en terreno por expertos, como por los aportes que la comunidad podrá realizar a través de la aplicación para teléfonos móviles Alerta Especies Invasoras (disponible para IOs y Android). “El compromiso de todos, especialmente de quienes viven en zonas en las que el castor aún no ha penetrado, es fundamental”, subraya Guerra.

Herramientas para la gestión

SI bien un 60% de la superficie de la región de Magallanes corresponde a territorio bajo algún nivel de protección, el castor también impacta terrenos de usos múltiples, dedicados principalmente a la ganadería, la actividad forestal y el turismo. Por ello, el compromiso de los actores privados es fundamental.

El proyecto desarrolló un Manual de Buenas Prácticas Para la Gestión del Castor, que explica detalladamente cómo debe ser planificada y ejecutada una estrategia de limpieza de cuencas que están afectadas por este roedor, incluyendo las acciones de seguimiento posterior”, explica Alejandro Kusch, biólogo y asesor técnico del proyecto. De esta forma, quienes deseen recuperar territorios impactados podrán desarrollar estas labores siguiendo las pautas técnicas adecuadas y efectivas.

Otro fortalecimiento de capacidades es el convenio que firmó el ministerio del Medio Ambiente con Centro de Formación Técnica Estatal (CFT) de Magallanes, para insertar el curso de Restaurador Ecológico en la carrera de Ecoturismo y Técnico Veterinario.

Los restauradores ecológicos estarán capacitados para intervenir en un territorio impactado por el castor, y realizar acciones de recuperación de ecosistemas mediante la remoción especies exóticas invasoras”, explica Jonathan Lara, veterinario y asesor técnico del proyecto. Esto permitirá suplir la demanda regional por personal calificado para estas funciones.

La recuperación de ecosistemas está en el centro de la metodología de trabajo propuesta por el Manual de Buenas Prácticas, lo que se complementará con otro producto del proyecto GEF Castor: la matriz de indicadores de recuperación ambiental, que posibilitará hacer un seguimiento y evaluación de las acciones de control. 

Asimismo, resulta relevante que en el marco del Acuerdo Binacional Para la Erradicación del Castor, suscrito en 2008, el proyecto GEF Castor se abocó a establecer protocolos de intercambio de información, fundamentales para un trabajo coordinado entre las autoridades de Chile y Argentina.

El Proyecto “Fortalecimiento y desarrollo de instrumentos para el manejo, prevención y control del castor (Castor canadensis), una especie exótica invasora en la Patagonia chilena”, conocido como GEF Castor, es ejecutado por el Ministerio del Medio Ambiente y financiado por el Global Environment Facility (GEF), a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Socios estratégicos, y  coejecutores de este proyecto son el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la ONG Wildlife Conservation Society (WCS).

Charif Tala, jefe del Departamento de Conservación de Especies y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente